Según las estimaciones elaboradas por el actual gobierno, mediante las privatizaciones se podría recaudar unos 1.795 millones de dólares.

El gobierno de Brasil, liderado por el actual presidente ultraderechista, Jair Bolsonaro, ha emprendido un plan para despojar de manos del Estado de varias empresas públicas del país latinoamericano, con el propósito de atraer la inversión privada, como una medida para, según consideran las autoridades, «reactivar la economía brasileña», que el año pasado su Producto Interior Bruto (PIB), registró una caída del 4,1 %.

El ambicioso plan diseñado con la aprobación del mandatario, pretende licitar más de 50 infraestructuras estatales y 129 activos de ese país, una medida que permitirá la privatización de amplios sectores de la economía como: aeropuertos, carreteras, ferrocarriles, terminales portuarias, y también incluye la venta de las empresas de Correos y Eletrobras.

Bolsonaro aseguró, durante su campaña electoral por la presidencia en 2018, su intención de «extinguir gran parte de las (empresas) estatales», como parte de la política asumida por el ultraliberal ministro de Economía, Paulo Guedes. El Ministerio de Infraestructura brasileño, ha asegurado que estos proyectos de esta fase de concesiones públicas tienen en sí «el potencial para generar 200.000 empleos directos e indirectos».

Este miércoles, por ejemplo, se celebró en Brasil una megasubasta de activos y empresas del Estado brasileño, denominada ‘Infra Week’, mediante la cuál se licitaron varios aeropuertos, ferrocarriles y terminales portuarias. Según las estimaciones elaboradas por el actual gobierno, mediante las privatizaciones se podría recaudar unos 10.000 millones de reales (alrededor de 1.795 millones de dólares).

La bolsa de Sao Paulo llevó a cabo la venta de 22 aeropuertos en tres regiones del país por parte de la firma francesa Vinci y la brasileña Compañía de Participaciones en Concesiones, del grupo CCR, esa licitación posibilitó al gobierno bolsonarista recaudar 3.300 millones de dólares (590.000 millones de euros).

El CCR se apropió de 15 aeropuertos en los bloques central y sur del país latinoamericano, con una inversión de 2.128 millones de reales (379 millones de dólares) y 754 millones de reales (134 millones de dólares), respectivamente.  

Vinci por su parte, se adjudicó el bloque norte, que está compuesto de 7 aeropuertos, por un valor de 420 millones de reales (75 millones de dólares). 

El cronograma de la megasubasta reservó para el jueves la venta de Fiol 1, el primer tramo del Ferrocarril de Integración Oeste-Este, en el estado de Bahía, que conecta las ciudades de Ilheus y Caetité, y que a su vez es imprescindible para la exportación de mineral de hierro y de granos.

El viernes 9 de abril, tendrá lugar el término de «Infra Week», con la venta de arrendamientos de 5 terminales portuarias, cuatro en el Puerto de Itaqui, en el estado de Maranhao, y una en el Puerto de Pelotas, en Río Grande do Sul.

La megasubasta programada por el gobierno de Bolsonaro se lleva a cabo en un momento realmente complejo, en medio de la emergencia sanitaria que vive el Brasil como consecuencia directa de la pandemia global del coronavirus, con más 337.000 fallecimientos y superado los 13 millones de contagios, y que ha sometido a la industria aérea nacional e internacional en una crisis genera. 

46670cookie-checkBolsonaro vende varias empresas estatales aeropuertos del Brasil, incluyendo Correos y Electricidad

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