El lanzamiento de esa organización, encabezada por el expresidente Evo Morales, está integrada por organizaciones sindicales y sociales, incluidos movimientos indígenas, como contraparte a la presión política que la oposición ejerce sobre el gobierno izquierdista de Luis Arce.
En Bolivia ha quedado constituido el «Estado Mayor del Pueblo», un ente nacional de izquierda que busca coordinar los esfuerzos en el ámbito político para, según sus organizadores, defender el actual proceso de cambios que vive el país bajo el Gobierno democrático del Movimiento al Socialismo (MAS).
El lanzamiento de esa organización, encabezada por el expresidente Evo Morales, está integrada por organizaciones sindicales y sociales, incluidos movimientos indígenas, como contraparte a la presión política que la oposición ejerce sobre el gobierno izquierdista de Luis Arce.
«Las organizaciones sociales, sindicales e indígenas decidimos conformar el Estado Mayor del Pueblo para el pueblo como un espacio de defensa de la soberanía y dignidad de nuestra revolución democrática y cultural», manifestó el exmandatario durante una reunión de dirigentes del MAS y otros grupos políticos realizada en Cochabamba, al centro del país.
Según indicó Morales, este «Estado Mayor» está conformado por varias organizaciones nacionales, afiliadas o no, a la Central Obrera Boliviana (COB), además se incluyen las confederaciones campesinas e indígenas agrupadas en el Pacto de Unidad.
En la declaración fundacional del organismo, están recogidas las firmas tanto de Evo Morales, como de muchos dirigentes nacionales de los sindicatos de mineros y petroleros, organizaciones de cooperativistas mineros, mujeres campesinas y pueblos indígenas del país andino.
«El ‘Estado Mayor del Pueblo’ será un espacio plurinacional en defensa de la soberanía y dignidad de nuestra revolución democrática y cultural ante el acecho del sistema capitalista y la derecha fascista y racista con falso discurso populista», resalta el documento.
En ese sentido, el texto afirma que se establece una declaración de emergencia con el objetivo de «defender la institucionalidad democrática del Estado Plurinacional de bolivia» y coordinar los esfuerzos para «proteger la gestión del Gobierno del presidente Luis Arce y del vicepresidente David Choquehuanca ante los intentos de desestabilización de la derecha a nivel nacional e internacional».
La tensión política se ha avivado en Bolivia entre el Gobierno del MAS y el grupo de oposición de la Derecha (Comunidad Ciudadana) de ese país, encabezado por el expresidente Carlos Mesa, quién se ha negado a apoyar la celebración de un juicio en contra de la exmandataria de facto, Jeanine Añez, acusada por sus responsabilidad al autorizar la represión militar en contra de los manifestantes que se opusieron al golpe de Estado contra Evo en noviembre del 2019 y que ocasionó la muerte de una veintena de personas en las zonas de Senkata y Sacaba.
«Todos queremos reconciliación en Bolivia pero reconciliación en base a la justicia, a la verdad y a la razón, pero Carlos Mesa y la derecha sigue recurriendo a la mentira para lograr impunidad», publicó Evo Morales en su cuenta de Twitter este lunes.
Entre tanto, en la ciudad de Oruro, ubicada a 3.700 metros sobre el nivel del mar, el presidente boliviano, Luis Arce, inauguró este lunes en el Coliseo de la Facultad Nacional de Ingeniería, de la Universidad Técnica de ese departamento, una ‘Cumbre para la Reconstrucción Económica y Productiv de Bolivia, y a la cuál asistieron líderes obreros, indígenas y campesinos para formular propuestas de explotación y comercialización de recursos departamentales.
«El camino del desarrollo es hacer nuestras propias plantas de minerales, para tener el producto final, que sí o sí se debe industrializar. En esa línea está nuestro litio orureño», manifestó Arce en el encuentro.
Bolivia es el país con mayores reservas mundiales de litio, un mineral que actualmente es muy requerido para la fabricación de baterías de autos eléctricos y celulares, y que ha sido demandado por diversas compañías tegnológicas internacionales.
«Es esa industrialización en la que estamos trabajando para los hermanos orureños. Queremos industria que se exporte desde Oruro. Y no estamos lejos: hemos demostrado al mundo entero, en nuestro primer Gobierno, que podemos hacer las cosas con nuestro propio modelo económico» declaró el presidente.
