El documento destaca además, que la mujer tiene derecho a heredar, mediante «una participación fija en la propiedad de su esposo, hijos, padre y parientes».
El gubernamental movimiento radical islamista talibán, ha emitido un decreto con caracter especial esta semana estipulando nuevas reglas a seguir en Afganistán, con respecto al derecho de las mujeres en ese país del centro de Asia, luego de que el líder de los talibanes, Haibatulá Ajundzada, firmara el documento.
Los distintos ministerios del Gobierno talibán de Afganistán, la Corte Suprema y los gobiernos locales del país han sido dotados del decreto en cuestión para que hagan firme su implementación en todo el territorio, reza el documento de los talibanes.
«El liderazgo del Emirato Islámico instruye a todos los funcionarios pertinentes, eruditos religiosos y ancianos tribales a tomar medidas serias para la realización de los siguientes derechos de la mujer», señala el texto.
Por medio de una publicación en Twiter, el vocero del movimiento extremista, Zabiullah Mujahid, resaltó que el reciente decreto impone la prohibición de llevar ha cabo matrimonios forzados, estableciendo además, el consentimiento de la mujer como un requisito previo para que se concrete la unión marital. Según el texto, a partir de ahora «nadie puede obligarlas a casarse», e indica, que «una mujer no es una propiedad o riqueza, sino un ser humano noble y libre».
«Se requiere el consentimiento de una mujer adulta en el momento del matrimonio (siempre que el matrimonio sea con un rival, no hay riesgo de fitnah o corrupción). Nadie puede obligar a las mujeres a casarse», enfatiza el decreto.
Por otro lado, la nueva norma establece que las viudas «tienen derecho a elegir y determinar su propio futuro», así como, contraer de matrimonio nuevamente, si ese es su deseo.
Con respecto a la poligamia, el decreto de los talibanes dice que el esposo debe mantener la equidad entre todas sus esposas de acuerdo con las normas de la sharía (ley islámica).
El documento destaca además, que la mujer tiene derecho a heredar, mediante «una participación fija en la propiedad de su esposo, hijos, padre y parientes». «Nadie puede privarla de su derecho», asegura el texto. Por otro lado, se establece que una mujer no es una propiedad o un bien material, sino un «ser humano noble y libre».
