Con 8 votos a favor y 3 en contra, la alta magistratura de Justicia brasileña ratificó la anulación de las condenas en contra del expresidente y líder del Partido de los Trabajadores del Brasil (PT), declarando incompetente al tribunal de Paraná en el marco de la Operación ‘Lava Jato’.
En una decisión que abre el camino para que el exmandatario barsileño, Luis Ignacio Lula da Silva, se presente como candidato de su partido en las elecciones presidenciales del 2022, la mayoría de jueces integrantes del Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF) decidió este Jueves ratificar el fallo judicial del magistrado Edson Fachin, que en marzo del 2020 anuló las condenas que pesaban sobre el dirigente político.
Con 8 votos a favor y 3 en contra, la alta magistratura de Justicia brasileña ratificó la anulación de las condenas en contra del expresidente y líder del Partido de los Trabajadores del Brasil (PT), declarando incompetente al tribunal de Paraná en el marco de la Operación ‘Lava Jato’.
En su momento, Edson Fachin declaró incompetente al 13 ° Tribunal Federal de Curitiba, en los casos judiciales abiertos en torno al apartamento triplex en Guarujá, una hacienda en Atibaia y lo relacionado con la sede y las donaciones del Instituto Lula, estableciendo que sus actividades «no tienen relación con los desvíos de dinero en la estatal Petrobras», un argumento que fue utilizado por la derecha política brasileña para apartar al líder del PT de la anterior carrera presidencial frente al ultraconservador Jair Bolsonaro.
Un ejemplo fehaciente de esa persecución política, es el caso del juez Sergio Moro, quién fuera el magistrado a cargo de procesar y determinar las condenas para Lula fda Silva, se convirtió luego en ministro de Justicia y Seguridad Pública una vez que Bolsonaro acedió al poder.
El magistrado destacó que esos casos no debían ser juzgados en Paraná, desde donde se llevó la operación Lava Jato, determinando un fallo que devolvía a Lula sus derechos políticos de cara a los comicios del 2022 en ese país latinoamericano, y que ahora, esa decisión queda sentada mediante la ratificación del Supremo de Justicia del Brasil.
En este sentido, claramente se establece que la medida contempla la anulación de esos jucios en contra del exmandatario, sin embargo, los procesos seguirán su curso a partir de cero en una nueva jurisdicción por determinar, con lo cuál de comprobarse las demandas de la acusación fiscal brasileña, el expresidente corre el riesgo de ser eventualmente condenado por esas causas nuevamente.
Lula da Silva fue condenado previamente a 12 años y un mes de prisión de libertad, por presuntas actividades de corrupción y lavado de dinero, una sentencia que en 2019 fue declarada «inconstitucional» por el Tribunal Supremo del Brasil, y que trajo como resultado que el exmandatario solo permaneciera en la cárcel 1 año y 7 meses privado de su libertad.
