Al igual que sucede en Ucrania, el gobierno lituano alega una amenaza rusa en el contexto de que los ejercicios de la OTAN con la participación de los Estados Unidos se llevan a cabo regularmente en su territorio.
Las autoridades de Lituania anunciaron su decisión de colocar en revisión la estrategia de seguridad nacional, argumentado que ello se debe a la modernización de las Fuerzas Armadas de Rusia, la creciente influencia de la República Popular China y la pandemia global del coronavirus, según destaca el mensaje publicado por el servicio de prensa del gobierno de la república lituana.
Por orden de la primera ministra lituana Ingrida Šimonyte, al efecto se está creando un grupo de trabajo interdepartamental, el cuál está encabezado por el ministro de Defensa de ese país, Arvydas Anushauskas, y que deberá llevar a cabo los cambios necesarios al documento antes del 30 de junio de este año.
Según indicó Anushauskas, los nuevos desafíos de seguridad nacional en Lituania, cuya última actualización ocurrió en el 2017, por los cuales es necesario revisar la estrategia, se asocian «con el creciente poder de China, la modernización del Distrito Militar Occidental por parte de la Federación de Rusia», y la complejidad provocada por la pandemia de la Covid-19.
El Ministerio de Defensa de ese país, tiene prevista la intención de organizar mesas redondas de expertos en temas de seguridad con representantes de la academia y los servicios analíticos, para lo cuál, se piensa también involucrar a organizaciones no gubernamentales y al sector privado en este proceso.
En ese sentido, el presidente del Comité de Seguridad Nacional y Defensa del Seimas de Lituania, Laurynas Kasciunas, declaró en enero pasado, que la nueva versión de la estrategia, además de las amenazas «rusas y chinas», y la situación en torno al coronavirus, incluye para el país desafíos como el situación de seguridad en la frontera con Bielorrusia, el debilitamiento de los lazos transatlánticos y el deseo de algunos estados de la Unión Europea de una autonomía estratégica.
En Kaliningrado, zona rusa que limita con Lituania, se encuentran estacionadas las tropas y fuerzas del Distrito Militar Occidental de Rusia, y es a su vez sede de la Flota del Báltico (BF), cuyo almirante Alexander Nosatov, manifestó en diciembre del 2020, que el aumento de las capacidades de combate de esa fuerza militar se debe principalmente a la actividad que en el área ejerce la Organización del Atlántico Norte (OTAN) cerca de la región de Kaliningrado.
“En respuesta a esta amenaza, el liderazgo de las fuerzas armadas se ve obligado a tomar medidas de represalia. Uno de ellos fue la formación de una división de rifles motorizados en toda regla, que se convirtió en parte del cuerpo de ejército de la Flota del Báltico. La nueva unidad incluye rifles motorizados, artillería y regimientos de tanques separados» , declaró entonces Nosatov, en entrevista para el diario ruso Krasnaya Zvezda.
Al igual que sucede en Ucrania, el gobierno lituano alega una amenaza rusa en el contexto de que los ejercicios de la OTAN con la participación de los Estados Unidos se llevan a cabo regularmente en su territorio.
En agosto del 2020, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Lituania anunció que en el país se llevó a cabo sesiones de entrenamiento de la OTAN, con los nombres de Griffin Strike 2020 y Hunter 2020, en las que participaron el ejército lituano y el contingente estadounidense desplegado en Polonia.
En ese orden, en septiembre pasado, la OTAN también organizó un ejercicio de defensa aérea multinacional denominado Tobruq Legacy 2020 en Lituania, para el cuá3 estaba previsto la participación en el entrenamiento de unos 950 soldados de Lituania, Estonia, Italia, Estados Unidos, Letonia, Polonia, Francia, Eslovaquia, República Checa y Hungría.
A su vez, el 29 de octubre de 2020, dieron inicio los ejercicios Brilliant Jump 2020 de la organización militar noratlántica en Lituania, con ás de 2.500 militares y alrededor de 600 unidades de equipo militar que participaron en el entrenamiento, que según indicó el Comando Supremo de la OTAN en Europa, las maniobras tenían como objetivo «aumentar y demostrar la disponibilidad y movilidad de la Fuerza de Tarea Conjunta de Alta Preparación».
